"Por Una Copa Yo No Cambio El Corazón"
Me he mantenido al margen de escribir sobre FÚTBOL en mi espacio. No había querido hacerlo, pero hoy haré una excepción simplemente por qué leí el siguiente artículo de ADRIÁN VARGAS en su columna de FOX SPORTS y me gustó mucho porque escribió sobre el equipo del cuál soy aficionado.
No voy despotricar contra el patético mandato de Guillermo Álvarez, o contra la mala dirección técnica del “Ojitos” Meza o contra algunos JUGADORES (que no merecen vestir una camiseta tan grande), prefiero ocupar este espacio en lo más importante que tiene cualquier equipo, en este caso el del glorioso CRUZ AZUL, el AFICIONADO.
Sí, ese PERSONAJE que no recibe un sueldo por amar incondicionalmente, que cada vez que ve sus colores en la cancha alienta, grita, ríe, llora, goza, sufre y un sinfín de sentimientos más que sólo los que tenemos la dicha de estar infectados por la pasión por el futbol podemos comprender. Desde hace ya varios años, el aficionado de Cruz Azul ha sido maltratado, golpeado y atormentado de las maneras más crueles y desalmadas, pero se mantiene heroico, épico, valiente e indomable. No traiciona, no abandona, sigue y seguirá fiel, porque lo que se ama de verdad, aunque lastime, no se deja, no se cambia, por nada ni por nadie.
Hoy se levanta con el enésimo mal sabor de boca, pero la próxima vez que juegue su amado Cruz Azul portará orgulloso su camiseta y volverá a gritar a todo pulmón “¡AZUL, AZUL!”, con ilusión y esperanza. Y, algún día, sí, algún día, el martirio terminará y la victoria sabrá mejor que nunca.
Así que, aficionado de Cruz Azul, cura tus heridas y levántate ya, tal y como lo hiciste en incontables ocasiones. Recuerda que la novena estrella está más cerca y que tú y sólo tú has hecho grande a este equipo, que los técnicos y jugadores van y vienen, pero tú continúas, tú eres todo un campeón.
“Por una Copa yo no cambio el corazón”
Fragmento de un canto de "La Sangre", barra de Cruz Azul
Fragmento de un canto de "La Sangre", barra de Cruz Azul