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jueves, 17 de diciembre de 2009

Al maestro con cariño

"Triste realidad"
Estoy convencido de que los tiempos han cambiado y que los padres han pasado de colaborar con la educación escolar,  a creer única y exclusivamente a sus hijos. La transformación ha sido terrible, los padres de hoy en día, (por suerte no todos), no colaboran con el profesor, sino que vienen con las uñas fuera. Vienen creyéndose a ciegas lo que les cuentan sus hijos y no creen que puedan mentir. Se han convertido lamentablemente en progenitores "permisivos y consentidores de caprichos", que no fijan límites a los caprichos e impotentes para poner un freno a sus hijos adolescentes.

Los padres de ahora defienden a puño y espada que su hijo es el más listo, el que más estudia, el mártir, y el que mejor se porta. ¿Esta falta de sentido de la realidad es producto de la ignorancia de la obcecación o de la estupidez?. ¿Como casi no pasan tiempo con sus hijos ignoran que en realidad son unos cabroncitos?. ¿Y por qué educan peor ahora a los hijos? Yo me acuerdo que de chico cuando un profesor mandaba llamar a mis padres por motivos disciplinarios o académicos siempre con motivos fundados, mi padre o madre lo que hacían era darme una santa tunda. Ahora un profesor manda llamar a un padre de familia, estos vienen (no todos lo admito) como energumenos y ofendidos porque sus "bebes santos" son incapaces de romper un plato.

El colmo es que encima han prohibido por ley pegar a los hijos. Entiendo que prohiban el maltrato, ¿pero la nalgada o cinturonazo a tiempo?. Además quién son los políticos para decirnos cómo educar a nuestros hijos, cuando no son ellos simplemente capaces, ni de gestionar medianamente bien, ni de ser mínimamente educados los unos con los otros.

1 comentario:

  1. Lo que estriba hoy por hoy en este aspecto en general son varias cosas, sin embargo yo detecto un gran sentimiento de "culpabilidad" equivocada porque como ambos padres trabajan y no están presentes en muchos momentos con los hijos, los "compensan" de esa "falta" dándoles todo lo que materialmente pueden y creen que con eso la falta está cubierta, aunque en el fondo se siguen sientiendo culpables. Los padres tienen temor de que los hijos se vayan del hogar en la primera llamada de atención, y es por ello que actúan como verdaderos rehenes de sus hijos... lo cual obviamente resulta de lo más perjudicial que pudiera pensarse. Vivimos la época de los derechos de los niños, pero no he visto en nigún lado plasmado LOS DEBERES DE LOS NIÑOS, y creo sinceramente que sería de suma importancia que los hubiera paralelamente a los derechos.
    Saludos

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